Publico una carta que me escribió una chica.
Un cordial saludo en Cristo. Después de leer el mensaje que me has enviado, despertaron una serie de dudas en mi. Si bien, descubrir si se tiene o no vocación para la vida religiosa no es fácil. A veces siento que no tengo vocación porque creo que la idea de ser religiosa vino a mi mente por la insistencia de dos amigos que están aspirando al sacerdocio. Ellos me decían que fuera monja, que esa era mi vocación, que Dios me estaba llamando y yo no había descubierto aún ese llamado. Por esa razón, decidí no entrar a la Universidad este año (terminé la secundaria el año pasado) para poder reflexionar y discernir mi vocación. Por otro lado, como te conté en el correo pasado, muchas personas creían que yo sería monja. Algunos me decían (entre ellas religiosas, uno que otro sacerdote y compañeras de estudio) - Yo creo que vas a ser monja - Tienes cara de monja - Ahora dices que no, pero dentro de unos años te veré en un convento. Sé que algunos lo decían en broma, otros lo decían en serio, pero, como dije antes, Dios llama de muchas formas. Te confieso que le he suplicado a Dios que ilumine mi torpe alma que no entiende sus llamados, porque no se si Él me está diciendo que me vaya al convento. Es muy difícil lograr entender las señales de Dios, porque no quiero cometer errores.
Y te voy a ser sincera, a veces me dan ganas de irme al convento solo porque me da miedo el futuro. Como te dije, a mis 17 años nunca he tenido novio, y el solo pensar que en un futuro lo tendré, me aterra. ¿Por qué? No lo sé. Tal vez porque soy muy tímida para esas cosas y cuando converso con mis amigos y amigas y empiezan a hablar sobre si me gusta alguien o algo por el estilo, me siento realmente incómoda y trato de cambiar la conversación. Pero al mismo tiempo me imagino en futuro teniendo una familia y siendo una profesional ya sea en Fonoaudiología o Trabajo Social y me parece muy bonito, claro, sin dejar a Dios de lado porque mi miedo más grande es que, si mi vocación no es la vida religiosa, yo me aleje de Él, y no quiero. No sé que hacer. Por lo menos tengo el apoyo de mis padres sea cual sea mi decisión. No temo en decirles un día (si es mi destino) - Voy a ser religiosa - Se que ellos no lo impedirán, porque mi mamá siempre ha dicho que los hijos son prestados y que son de Dios.
Bueno, también por el ejemplo de los santos. Ellos, con sus vidas, llenan mi mente de Dios y de querer estar con Cristo por siempre y ser solo de Él. Quisiera iniciar un proceso vocacional, es el mejor camino. Pero el problema es que solo tengo dos comunidades religiosas cerca de mi casa. Siempre he deseado consultarles sobre esto, pero no quiero que me encaminen a una comunidad en específico. Dependiendo de mis cualidades, podré saber si tengo vocación a la vida monástica o vida pastoral.
Pido que ores por mí para que el Señor me indique el camino correcto. Me despido, que Dios te bendiga y Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa te proteja siempre. Gracias por tomarte la molestia de leer mis correos.
Querida hermana en Cristo,
para poder abrazar la vida religiosa es necesario ser movidos por motivaciones espirituales como el deseo de vivir más unidos a Jesús, buscar la perfección cristiana, huir de los peligros del mundo, dedicarse al apostolado por la salvación de las almas, etc. Tiene estos intenciones? Si la respuesta es sí, lo más probable es que tu vocación es verdadera.
Es bien desear una congregación religiosa austera y de estricta observancia, porque la vida consagrada es hermosa solo si se adhiere al Evangelio. Los compromisos con el mundo y el espíritu de relajamiento, no hacen otra cosa que debilitar las órdenes religiosas, que después terminan por ir en decadencia y perder el atractivo sobre los jóvenes. ¡Si se busca “atraer” vocaciones, se necesita vivir la propia Regla o Constituciones de manera fiel!
San Alfonso María de Ligorio escribió a un joven que estaba haciendo discernimiento vocacional: "He hablado del monasterio de observancia, porque si quisiera entrar en cualquier otro, donde se vive relajado, es mejor que permanezca en su propia casa y buscar de salvar allí el alma, del mejor modo que pueda; porque, entrando en una comunidad, donde está relajado el espíritu, se pondrá en peligro de perderse. Aunque haya entrado con resolución de dedicarse a la oración y de pensar solo en Dios; no obstante, llevado después de los malos ejemplos de los compañeros, y viéndose burlado y aun perseguido, por no querer vivir al modo de ellos, dejará todas sus devociones y actuará como hacen ellos, según la experiencia que se ve."
Te saludo cordialmente en Jesús y Maria,
Cordialiter