Para escribir a el autor del blog:  cordialiter@gmail.com

Para ayudar el blog sobre la vocación religiosa:

¿Cómo llegar a ser monja? Consejos de escribr a las "Servidoras". Entre las congregaciones religiosas en fuerte expansión está la de las “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, rama femenina de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, que en pocos años ha superado las mil y continúa suscitando más interés en las religiosas atraidas por la vida consagrada, basta pensar que tienen alrededor de 100 novicias y postulantes (por año), sin contar las aspirantes. Es un crecimiento en verdad extraordinario. Solo Dios puede ser el artífice de tal triunfo del amor.

La mayoría de las Servidoras pertenece a la rama de vida apostólica (vida activa), pero el Instituto tiene también algunos monasterios de clausura para aquellas hermanas que se sientan llamadas a la vida contemplativa. Las Servidoras del ramo de vida activa combaten la buena batalla de la fe en todos los frentes: desde el apostolado con los jóvenes al cuidado de los mayores; de la caridad con los pobres a la evangelización de la cultura; de las misiones en el extranjero al apostolado en las parroquias. Ejercen su misión en guarderías, escuelas, editoriales, ejercicios espirituales, campos de verano, cuidado de los discapacitados y de los enfermos, apostolado vocacional, ayuda material a los pobres hambrientos, etc.

En fin, allí donde más hace falta la evangelización, justo allí están las Servidoras con su alegre y fervoroso celo apostólico. El R.P. Carlos Buela, su fundador, ha logrado trasmitir a estas hermanas un espíritu “apostólico” y “misionero” del cual se contagia fácilmente. En las “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará” destaco aquella “sed” por la salvación de las almas que tenía S. Ignacio de Loyola y San Alfonso María de Ligorio.

Las jóvenes que buscan un buen director espiritual pueden encontrar un buen guía espiritual en algunos de los numerosos sacerdotes de la rama masculina, el Instituto “del Verbo Encarnado”, los cuales han recibido una buena preparación doctrinal y espiritual.

Aquellos que desean abrazar la vida consagrada en esta Familia religiosa, además de los votos de pobreza, castidad y obediencia deberán emitir un cuarto voto de esclavitud mariana según la enseñanza de San Luis Maria Grignon de Montfort. Este voto consiste en una materna esclavitud de amor con la cual uno se dona totalmente a Jesús por medio de María.

Es entusiasmante constatar el celo apostólico de esta joven congregación religiosa, espero que el Señor continúe bendiciéndolas con numerosas vocaciones. ¡Hay tanta necesidad de almas que se dediquen al apostolado!, no solo en las tierras de misión, sino también en muchos estados cada vez más secularizados y esclavos del neo-paganismo materialista.

Las Servidoras están presentes en varios países de lengua española: Argentina, España, México, Chile, Ecuador, Perù y Paraguay. Quien desee realizar una experiencia vocacional junto a las Servidoras, o quiere simplemente pedir información sobre la vida consagrada, puede ponerse en contacto con las Servidoras escribiendo a la siguiente dirección de correo electrónico:    nov.sanjose@servidoras.org

lunes, 23 de abril de 2018

Vida religiosa

Publico una carta que me escribió una joven.

Con mucha alegría quisiera contar este llamado tan precioso .Yo hace unos meses atrás he estado rezando mucho por mi vocación, y Jesús me ha respondido de una manera que me asombro mucho. Yo hace 2 días, salía del colegio y me estaba por ir a la iglesia y una amiga fue conmigo, pero ella quiso que fuéramos a un monasterio donde se encuentran las monjitas de clausura. Durante nuestra oración sentí un fuego abrazador que me quemaba el alma, entonces me arrodille junto a ella frente al santísimo sacramento y rece con mucha fuerza por mi vocación, que ayudara a sostenerla, si era para gloria de su nombre. Él no tardo en responderme.Apenas terminé mi oración, una monjita nos saludo desde el otro lado del altar y nos llamo para que viéramos unos folletitos que ella había dejado.Con mi amiga fuimos y yo me di cuenta que por la puerta donde ella había entrado estaba abierta.Yo quería ir, pero no me animaba y mi amiga me dijo:entra, porque yo siento que es algo bueno.Yo supe que Dios la había tomado  a mi amiga y golpee la puerta entreabierta.La monjita inmediatamente se dio vuelta, me tomo de las manos y yo le conté todo mi deseo, cuanto anhelaba empezar a acercarme más a mi Jesucito.Ella me dijo que hablaría con la Madre Superiora para que me invitaran a las adoraciones y otras actividades que ellas hacían.  Salí de ahí con tanta alegría que no cabía dentro de mi corazón. Esa misma tarde me fije en mi correo electrónico para ver de que la Madre Superiora me invitaba a todas sus actividades.Ademas me dijo que rezarían mucho por mi vocación y que ellas me iban a acompañar hasta que sea mayor y fuera a donde mi Jesús quiera.

¡BENDITO SEA JESÚS! 

Muchas bendiciones y que María Santísima te proteja. 

lunes, 10 de abril de 2017

Conversión de una joven

Publico una carta que me escribió una chica.


Saludos, hermano en Cristo, ¡alabado sea Jesucristo!

Mi nombre es [...] y tengo 17 años, vivo en México. Me encanta leer tu blog y aunque temí y dudé mucho si debía o no escribirte me he decidido por fin a hacerlo para la mayor gloria de Dios. [...] Antes de ponerme a escribir le he pedido mucho al Señor y a María Santísima no escribir nada inapropiado y que el espíritu santo sea quien me inspire las palabras precisas. Bien, primero hablaré de mi conversión.

Yo, como san Agustín, era una grandísima pecadora, una blasfema. A los 14 años por la influencia de ciertos amigos y también a causa de lecturas obscenas (en aquellos tiempos yo me afanaba mucho en cumplir mi deseo que tenía desde los 8 años: ser una gran escritora, y por leer cuanto libro caía en mis manos terminé por pervertir mi corazón, leí no sólo filosofías extrañas y ateísmo sino también novelas inmorales, tantas ideologías corrompieron mi fe sencilla de niña). Pronto me declaré atea y mi frase favorita era “no hay Dios sino el hombre”, además alguien me dio un libro muy lujurioso que me hizo caer en pecados graves contra la pureza. Cambié muchísimo, antes de todo eso yo era una niña con una “fe normal”, una niña inocente y buena que sólo quería escribir. 

Pues bien, hoy agradezco a Dios que me preservó de caer en cosas aún peores. Seguí leyendo a los filósofos ateos y me decidí a estudiar un día filosofía y letras, escribía mucho, me hice adicta a las lecturas inmorales que antes me asustaban y daban asco, y hasta cometí actos impuros, me rebelé contra todo y en especial contra la religión. Sentía repugnancia y odio hacia la Iglesia Católica, y no creía en Dios en lo absoluto. No pisé la casa de Dios en mucho tiempo. Así transcurrió el tiempo, y me hundía cada vez más en la inmundicia y el pecado, me perdía cada día más en la oscuridad. Aclaro que desde que tengo memoria sentía en mi interior un pequeño vacío, una especie de hoyito en el corazón, algo sentía que me hacía falta, algo que debía descubrir; a veces en la soledad y el silencio me sentía con “nostalgia” pero no sabía de qué. Me sentía vacía. Pues con tantas miserias y por llevar una vida tan disipada, acabé por agrandar el hoyito en mi corazón y después de un tiempo y de que sucedieran en mi vida algunas desgracias, me sentía tan triste, vacía y miserable que apenas podía soportarlo (no sé cómo fue que no me suicidé). Por aquellos días un profesor de secundaria ya no regresó de las vacaciones, murió de repente y yo quedé muy impactada con la noticia. No era un profesor a quien yo quisiera mucho pero me había dado clase y me sentí triste por él. Me puse a pensar que yo vivía como si nunca fuera a morir y sin embargo un día mi vida terminaría y… ¿habría vivido sin sentido y sólo por instinto como un animal? No, sin duda no quería eso, yo vivía sin felicidad verdadera y de manera hedonista. Pero eso debía cambiar. No sabía cómo. Pero Dios tuvo misericordia de mí, a pesar de haberle ofendido tanto, y puso en mi camino a dos personas muy especiales. A los dos ya los conocía hace tiempo pero nunca había tenido amistad con ninguno. Eran mis compañeros de secundaria. Ellos me hablaron mucho de Dios pero yo los ignoré al principio, me invitaban de vez en cuando a los retiros de grupos juveniles. Si ellos me ayudaron a encontrar a Dios no fue tanto por sus palabras sino por su ejemplo. Discutíamos a veces sobre Dios y la religión. Pronto me enteré de que mis dos amigos querían irse al seminario y allí comenzó mi inquietud: me pregunté mucho ¿por qué? ¿Por qué los dos siendo tan jóvenes querían ir a “encerrarse” y a “perderse de tantas cosas”? ¿Qué tenía de atractivo el seminario y por qué iban a entregar sus vidas a algo que no existía según mi opinión?  Poco a poco me fui percatando de que al perder mi fe, había perdido también el sentido de mi vida. Por eso es que ya no soportaba vivir. Me di cuenta de que me estaba muriendo de sed y hambre a la mitad de un desierto. Pero Dios me envió su maná. Me envió a Cristo, su hijo. Me sentía tan devastada que no pude hacer más que llorar y echarme en los brazos de Dios, pedirle perdón y suplicarle su ayuda. Eso no fue en un momento específico sino que duró un tiempo, fue un proceso en el que sufrí mucho. De pronto caí en la cuenta de lo horrible de mis pecados, fue un arrepentimiento doloroso y verdadero, lloré bastante. No podía creer las aberraciones que había cometido. Tenía el corazón contrito. Leí un día el famoso poema “no me mueve mi Dios para quererte” y se puede decir que así reencontré el sentido de la fe (que como fin principal no está el de salvarse por miedo al infierno, sino AMAR A DIOS y comprender su amor por nosotros en el sacrificio en la cruz). Supe que en realidad siempre creí en Dios, yo sabía que en el fondo de mi corazón él estaba oculto pero era soberbia con mis conocimientos científicos y filosóficos. Como mi corazón estaba inquieto y ávido de tener a Dios, de que él fuera mi alimento, me puse a leer un poco sobre cosas espirituales. Rechacé todos mis libros obscenos y ateos que no he vuelto a leer y que pienso quemar pronto. Dios fue el único ser capaz de llenar mi corazón y de hacerme feliz. Mis amigos futuros seminaristas llevaban a veces a la escuela revistas católicas y me las prestaban, yo leía testimonios muy bonitos y veía fotografías de religiosas misioneras en África, lo cual me llamó poderosamente la atención. Nunca antes me habían atraído las monjas pero al verlas gastar sus vidas a favor de los más pobres y por amor a Jesucristo, sentí cierta atracción a ese estado de vida. Aunque así lo dejé porque yo no quería ser monja sino una gran escritora y filosofa. Conforme me daba cuenta de la grandeza de Dios, y conforme comprendía la fe, me sentía más indigna y arrepentida. Comencé a ir a misa y trataba de rezar. Un día uno de mis amigos (ahora seminarista) me dijo: oye, ¿no te gustaría ser monja? A lo que yo respondí algo molesta: claro que no, eso sería lo último que yo sería. No lo quise admitir pero con su propuesta me emocioné un poco, aunque no me comprendía: quería y no quería, ser religiosa me atraía pero a la vez más repugnaba. Yo tenía muchos prejuicios contra las monjas y la iglesia, era muy ignorante aún sobre religión. Pero Dios seguía insistiendo, por las noches yo rezaba y me parecía que el Señor me pedía que fuera sólo de él, yo luchaba interiormente con él y con mis sentimientos pues me negaba a renunciar a mi gran pasión de escribir. Un día platiqué con una maestra de mi secundaria (faltaban meses para acabar la secundaria) y me dijo que ella tenía una prima y una hermana religiosas. Yo me entusiasmé y ella que lo notó me dijo: te pondré en contacto con mi hermana. Dije a mi maestra: mi mamá no va a querer. No sé porqué lo dije, fue como un presentimiento que después se cumplió. Cuando vi que la maestra escribía un mensaje en su celular para su hermana me llené de espanto y me pasaron mil cosas por la mente: ¿qué le voy a decir a la religiosa? ¿Y ella que me dirá? Pero si yo antes era atea, soy una gran pecadora, no puedo ser digna de esto. Y por un momento de arrepentí y casi le dije a la maestra que no enviara el mensaje de texto. La monja (hermana de mi maestra) quedó de hablar conmigo en persona cuando viniera de vacaciones en diciembre al pueblo. Yo me sentí un tanto angustiada. En diciembre no pude conocer a la monja pero ella me mandó en su lugar a su prima, la madre María. Después de charlar con ella mi inquietud por la vida religiosa ya era como un aguijón difícil de sacar. Meses más tarde la madre vino a mi pueblo con sus novicias (la madre es hasta la fecha maestra de novicias) a organizar un retiro juvenil y me invitó. Yo quería y no quería ir. Cuando llegué no vi a las hermanas y sentí ganas de echarme a correr. Después de todo, ¿qué hacía yo ahí siendo tan pecadora? Pero apareció de pronto la madre y ya no pude huir. Me gustó mucho el retiro y me decidí a asistir al próximo pero ya no sola, invitaría  a mis amigos. Luego de unos meses me invitaron a otro retiro pero no ya juvenil ni en le parroquia, sino a un retiro vocacional en el convento. Acepté un poco temerosa pero también con grandísima alegría. Entonces enfermé de varicela un día antes del retiro y me quedé en casa llorando. Un mes después me invitaron a la previda religiosa y entonces sí pude ir. Fue una hermosa experiencia. Después de lo vivido, opté por seguir a Jesús de manera más radical  y me esforcé con todo para no volver a pecar contra la castidad con pensamientos, ni con lecturas y mucho menos con actos, y aunque las tentaciones eran fuertes al cabo de seis meses logré dejar todo tipo de lujuria. Me propuse ser casta y pura. Y Dios me dio su gracia para cumplirlo. Luego conocí a las monjas de clasusura e hice con ellas una experiencia. Me fascinó el claustro, no pensé que se pudiera ser tan feliz en un lugar como ese. Ahí sentí con más fuerza que nunca el llamado del Señor, ahí me convencí de ello. Platiqué a solas con una hermana, que me hizo algunas preguntas y me dijo: te he estado observando desde que llegaste y veo algo en ti, creo que tienes vocación religiosa, y la verdad me gustas mucho para Jesús. Yo pensé: ¡si supiera lo pecadora que fui! Le expresé que no me sentía digna de algo tan grande y le dije ¿usted cree que todos podemos ser dignos? Ella replicó: hija, humanamente nadie es digno de la vocación, pero a pesar de nuestras miserias Dios nos escoge y nos da su gracia. Mira, Jesús no quiere que seas de Juan, ni de Carlos, ni de Luis… Jesús quiere que seas sólo de él. Quise llorar, me sentí tan amada por Dios, tan feliz de su llamado, parecía que había sido el mismo Cristo y no la hermana quien me había hablado. A partir de entonces comencé a confesarme, a comulgar, a orar con frecuencia, a leer cosas edificantes, no faltaba a misa, y me sentía tan locamente enamorada de Jesús que ya no me importaba nada, ni siquiera mi gran pasión por escribir. Sólo lo quería a Él, a  Él buscaba siempre. Comencé a servirlo en algunos apostolados porque quería hacer algo por Él. Vi la película de Clara y Francisco y ardía en deseos de ser pobre, de no tener nada, de darlo todo, de vivir la castidad de manera más perfecta posible pues ahora me parecía hermosa. Leí la vida de santa Fasutina Kowalska que me anduvo persiguiendo hasta que le di el sí al Señor (por todos lados a donde iba me topaba con sus reliquias o con su foto) y luego leí Historia de un Alma, que me hizo crecer mucho espiritualmente y me transformó. A veces todavía tenía la tentación de creer que Dios no podía estar llamándome porque había sido atea y muy impura. Pero un día lo consulté con un sacerdote que me dijo que leyera la vida de san Agustín y que no temiera por mis errores del pasado pues “el Señor te quiere santa, y de las grandes” esto me consoló y cuando leí la vida de santa Teresa Benedicta de la Cruz me sentí muy identificada. Tuve varias experiencias místicas e hice una experiencia de semana santa con la primera congregación que conocí, luego de eso le dije a mis papás que me dieran su permiso para consagrarme a Dios… mi mamá lloró mucho y mi papá trató de convencerme de  que siendo laica también  podría servir a Dios. Un mes, y fui a la previda no sin dificultades. Por ser menor de edad y por no tener permiso de mis padres no pude ingresar en julio del año pasado a la congregación. Fue muy duro y lloré muchísimo. A veces aún lloró, me deprimí.

Hace no mucho que a través de una red social me comuniqué con un primo que vive en EUA y que tengo años de no ver. Me llevé una gran sorpresa cuando él me dijo que se iría a Italia a un seminario, me confió además que él era drogadicto y cómo Dios lo sanó y lo llamó para ser sacerdote. No podía creer que mi primo estuviera en una situación tan similar a la mía!!!

Ahora estoy en la noche oscura aprendiendo a sufrir por amor (lo cual me ha costado mucho) y con la certeza de que Dios me está purificando para después poder ingresar. He conocido varias congregaciones pero aun no me decido por alguna. Hoy trato de evangelizar a muchos de mis compañeros de preparatoria ya que la mayoría son ateos o católicos no practicantes. No ha sido fácil vivir la noche oscura pero los escritos de san Alfonso María de Ligorio sobre la vocación, y las vidas de muchos santos me han sacado adelante. Después de mis horrorosos pecados del pasado, hoy soy muy feliz al lado de mi Señor, a quien amo por encima de todo y a quien pienso entregar mi vida entera. Quisiera que todos los que son como era yo, lleguen a conocerlo y amarlo. Quiero seguir sufriendo por Jesús y quiero ser santa. Actualmente le pido que me de la gracia de compartir con él la cruz y que me muestre la congregación que él desea para mí. Quiero morir diciéndole que lo amo, y quiero amarlo hasta el extremo, hasta con la ultima fibra de mi ser.

Hermano, muchas gracias por tu blog y por leer esto, Dios te bendiga… Oro por ti.

lunes, 3 de abril de 2017

Ser monja (xz5)

Publico una carta que me escribió una joven


Buenos días,
                       mi nombre es (...), tengo 26 años, cuando tenía 14 años sentí el llamado del Señor, me estaba confundida, como toda chica a esa edad, en mi test de orientación vocacional me salían psicología, derecho y monja, decidí estudiar psicología, pues me agradan los temas psicológicos, no pude terminar mis estudios por problemas con mi madrastra y me quede sin el apoyo tanto económico como emocional de mi padre, me puse a trabajar por mi cuenta, pero siempre he tenido esa espinita de ser monja. He tenido enamorado, pero al parecer no he sabido escoger, tal ves por siempre viví en una burbuja, sin conocer el mundo, sin conocer a las personas, ni a la maldad, cuando fui adulta recién fui conociendo y me afecto mucho emocionalmente, sufrí demasiado en todos los aspectos, con mis padres, estudio, pareja sentimental, amistades, siento qun esta vida no encaja conmigo, quisiera alejarme del mundo, siento qhe sólo puedo confiar en Dios, el me ayuda mucho, me demuestra su amor incondicional, a pesar de que le he fallado. Hoy sentí que no podía mas, no quiero interactuar más con las personas, siento que solo debo enfocarme en Dios, que solo el merece mi amor infinito, mi entrega total, pero también siento la necesidad de ayudar a los más necesitados, no se que hacer, no me quiero equivocar, ni tomar como juego o escusa para huir de este mundo a un tema tan delicado como lo es mi Señor Dios, por favor necesito su ayuda y su guía, le agradezco de antemano. Espero sea mi intermediario con Dios, y el sepa darle la respuesta correcta para mi, lo utilice de medio para saber que es lo que encomienda para mi vida. Bendiciones.

sábado, 4 de junio de 2016

Vocacion de una mujer

Publico una carta que me escribió una mujer.


Buenos días,
mi nombre es [...] y os escribo desde [...].

Le contaré un poco pero tampoco me quiero alargar mucho para no ser muy pesada.

Sentí la llamada a la vocación religiosa  hace aproximadamente 10 años, en 2007, entonces tenía novio, con el que llevaba 6 años  y con el que estuve cuatro años más.  En ese momento me enfadé muchísimo con Dios, ni de broma me planteaba una vida religiosa, al contrario, mis planes eran casarme y tener mi propia familia.

Pero la semilla ya estaba plantada en mi corazón y poco a poco fue creciendo, pero aunque empezaba a frecuentar algo la Iglesia le seguía diciendo que no y en muchas ocasiones le di la espalda a Dios, finalmente terminé la relación con este chico.

En 2010 terminé la relación y desde entonces he tenido varios intentos con otros chicos pero que nunca han funcionado.  En 2012 conocí a un grupo de oración con los que fui creciendo en la fe, empecé a ir más a menudo a misa, hacía retiros espirituales, peregrinaciones...

Hace dos años más o menos empecé a mirar por youtube testimonios de chicas que habían dado el paso y habían ingresado en un convento, aunque yo seguía diciendo que no, vi muchos y sin darme cuenta empecé a ver a una congregación en concreto, se llaman [...], como le digo, yo las veía sin saber que siempre eran ellas.

Una noche mirando vídeos vi uno que me llamó la atención, resultó ser la Madre Superiora de este convento, la entrevista que le hicieron me fascinó, es una mujer tan llena de Dios que a medida que la escucha sentía como si corazón fuera a estallar de amor por Dios, sentía como si sus palabras me elevaran a Dios, esta sensación me dio miedo y pasé mucho tiempo sin mirar nada por internet, otra vez me olvidé del tema y seguí con mi vida.

En enero de este año, mirando un periódico católico digital [...], en el que hay muchos bloggeros, de repente vi la foto de una monja que me sonaba mucho, pinché el enlace y era ella y me dio miedo, pensé en no leerla porque recordé lo que sentí al ver su vídeo, pero esto me duró un día, al final leí su blog y me volvió a pasar lo mismo, me encantó! Pasados dos días decidí escribirle para preguntarle si podía hacer un retiro con ellas, son de clausura pero admiten chicas para retiros y experiencias.

La Madre me contestó rápido, me pidió mi teléfono y desde enero estamos en contacto, a final de enero le dije que si al Señor, a lo que Él quisiera, desde entonces sentí como si me quitara un peso de encima y mucha paz.  Hablé con la Madre para ir en Semana Santa con ellas y hacer la experiencia pero mi padre se puso malito, cada vez peor, justo en Semana Santa empeoró mucho su estado de salud, así que finalmente no pude ir, mi padre falleció el día 2 de abril.

Hablamos de fijar la fecha de la experiencia en verano, pero ellas no pueden recibirme porque en ese tiempo estarán de mudanza porque se cambian de convento, la siguiente fecha probable ya sería en navidad, que son mis siguientes vacaciones.

Mi duda es que justo cuando le digo que si al Señor todo se complica y se me alarga en el tiempo, ahora que tengo muchísimas ganas de hacer la experiencia y ver por mi mísma si Dios me llama a la vida religiosa no puedo hacerla, entonces me he llegado a plantear que quizá Dios no quiera que la haga, o quizá no quiera que sea religiosa.

Al hablarlo con amigos de confianza me han dicho de todo, unos que lo abandone todo y me vaya, otros que sea prudente y paciente porque seguramente el Señor me está probando, que quizá quiera que esté con mi madre un tiempo más ya que se acaba de quedar viuda. Dejar mi trabajo sería muy arriesgado, es un buen trabajo y si lo dejara todo y finalmente resultara que la vida religiosa no es mi camino ya no lo podría recuperar, entonces, estoy en una tesitura complicada, o quizá me complico yo sola, no lo sé.

Necesito consejo, de cómo actuar, de si debo esperar o lanzarme al vacío y confiar, me siento algo perdida y confusa, tampoco quiero dejarlo mucho más porque este año cumplo 40, no tengo director espiritual.  Desde hace dos semanas voy a misa todos los días, y voy una hora antes para estar con Él ante el Sagrario y que me ayude y me ilumine.

En resúmen esa es mi historia, le doy las gracias por leerme y que Dios le bendiga,

Un abrazo,

(carta firmada)

domingo, 18 de octubre de 2015

Como saber si es un llamado de Dios o son ganas de huir

Publico una carta que me escribió una joven.


Hola, me he encontrado tu blog esta noche, deberia de estar buscando informacion sobre un examen oral que tengo para dentro de dos dias, pero me he encontrado (como ultimamente) buscando en google toda la informacion que pueda sobre la vida religiosa especialmente comtemplativa. Te cuento un poco de mi, me llamo Guiselle Leyton, tengo 20 años y soy de Colombia, estoy en octavo semestre de licenciatura en lenguas extranjeras. Desde finales del año pasado llegue a la conclusion de algo, y es que no deseo ser maestra, mi carrera es para eso, pero no niego que entre solo por poder aprender ingles y frances (que son los idiomas que dan en esta carrera), cuando empece pense que al final o en la etapa de practica encontraria el ser maestra como la vocacion que Dios queria para mi, pero la verdad es que en lo que llevo de practica no me he sentido para nada comoda. Desde hace un mes, he empezado a buscar sobre distintas comunidades religiosas, pero que sean contemplativas o de claustro (me gustaria saber si es lo mismo), es raro pero mi papá en varias ocaciones consciente o inconscientemente me dijo que a mi me iria bien viviendo en un convento de clausura, sin salir, pues soy de esas chicas que salen solo lo necesario.

Pero alli va mi pregunta, no se muy bien si este interes que ha nacido ahora ultimo es producto de que no quiero ser maestra, no se que hare el proximo año despues de que reciba mi titulo universitario, no se si es que deseo huir de muchas cosas de mi vida que no las tengo para nada claras o si es el llamado de Dios.

Desde hace cinco años me integre un poco mas en lo concerniente a la iglesia, empece a ir a un grupo juvenil, a aprender un poco mas acerca de nuestra fe, y alli mismo pasa algo que tambien me confunde, y es que yo viendo a mis amigos del grupo juvenil y de la parroquia como han encontrado su manera de servir al señor, ya sea compartiendo la palabra, por medio de la musica o la danza, y yo aun sigo sin encontrar cual es la manera en que puedo servir al señor, pues no soy buena ni para el canto o tocar instrumentos, llevo algunos meses asistiendo a las reuniones del ministerio de danza de mi parroquia, pero tambien se me ha dificultado mucho.

Me siento mal pues Dios ha sabido demostrarme tanto amor y tanta misericordia por mi en todos estos años, y a lo largo de mi vida, que me entristese no saber de que manera le puedo servir a el. Encontrar tu blog y ver como aconsejas y apoyas a varias personas me animo a contactarte y pedirte si por favor podrias ayudarme con estas dudas, hasta el momento no le he contado a nadie sobre esto, solo a Dios insistentemente en mi oracion, pues me siento perdida, siento que no se que hacer con mi vida, el solo pensar que ya falta un año para graduarme y que no deseo desempeñarme en lo que estudie, me esta quitando la paz.

Gracias por leerme.

(Carta firmada)

viernes, 24 de julio de 2015

Tengo la inquietud de convertirme en monja...

Publico una carta que me escribió una joven.


Hola, hoy leí tu blog y me pregunté si tal vez tu podrías ayudarme, yo tengo la inquietud de convertirme en monja porque ya desde hace años existe ese deseo, pero yo soy estudiante [...], muchas personas me decían que si yo no deseaba convertirme en esposa de Jesus y yo respondía sí pero me preguntaba, cómo si yo ya llevo una meta y nada tiene que ver con ser monja, yo soy de zacatecas-méxico, me fui a estudiar a Mty- méxico porque me aceptaron en una escuela  [...] yo estaba muy contenta pero siempre rogaba a Dios que me mostrara su voluntad hasta que poco a poco me desprendí del ballet, pasé por una dificultad muy fuerte donde dudé de la existencia de Dios, y no tuve el apoyo de mi guía espiritual, fue muy difícil encontrar a alguien que me ayudara, ahora creo firmemente en Dios, y siento que me llama a la vida religiosa pero a mi me gustaría estudiar, yo creo que Dios puede darme la respuesta pero me cuesta tener un momento a solas con Dios apenas puedo en mi oración, a mí me gustaría tener tiempos prolongados de silencio para escuchar la voz de Dios pero en el mundo las ocupaciones responsabilidades y el ruido exterior no me lo permiten, por lo tanto decidí pedirte ayuda una orientación y guía para decubrir el camino que Dios planeó para mí.

Paz y bien

(Carta firmada)

jueves, 1 de enero de 2015

Salvación de las almas

Una joven lectora, que esta discerniendo su vocación, me ha escrito una carta en la cual habla del tema de la salvación de las almas.

Te agradeco [...]. Ya se ha convertido una sana costumbre entrar en tu blog cada día, me reconforta el corazón leer sobre las jóvenes que hoy se enamora de Jesús. Santa Teresita siempre me ha fascinado, pero aun no he leido “Historia de un alma”. Bajo la “orden” de mi director espiritual, debo primero de terminar el diario de Santa Faustina y después pasar a aquel. […] Un pensamiento que tengo hace muchos días, es el de salvar almas. El Domingo pasado, durante la adoración Eucaristica,el sacerdote leyó algunos textos de Sor Lucia, en alabanza de la pequeña Jacinta y sus penitencias por la conversión de los pecadores. Allí me sentí todavía menos que nada, porque comprendí que tenemos miles de ocasiones al día para ofrece penitencias y no nos esforzamos jamás.

Es muy fácil quedarnos en nuestra comodidad abandonar. He comezado a practicar pequeñas penitencias ofreciéndolas por las almas del purgatorio (a mi muy queridas y por las cuales no falto jamás de ofrecer la Santa Comunión de cada día) y por la conversión de los corazones más endurecidos. Pero los últimos días he pedido a Jesús de sugerirme nuevas formas de penitencia, dado que estoy muy apegada a mi misma y mi mente está muy infectada del amor propio, para dejar que yo me sacrifique por los demás.

[…] Un gran saludo en Jesús y María. Dios te bendiga a ti y a todos los lectores del blog.

(carta firmada)

Queridísima hermana en Cristo,
                                                     te agradezco por las cartas llenas de unción espiritual que me escribes. Estoy verdaderamente contento que te sientes atraida por la vida religiosa, rezo a Dios que puedas ser perseverante en el camino de discernimiento vocacional que has iniciado.

Me alegro de saber que ardes de deseos de la salvación de las almas, pero me apena constatar que hoy es raro (muy raro!) sentir hablar de salvación o condena eterna de las almas. Sin embargo el gran pensamiento de la eternidad debería ser uno de los temas centrales en la vida del cristiano.

«In omnibus operibus tuis, memorare novissima tua, et in aeternum non peccabis» (Eccli, 7, 40). La Sagrada Escritura exorta cada hombre a meditar sobre los "novissimi", que son las verdades de la Fe que sacuden el alma de su letargo. El gran San 'Alfonso Maria de Ligorio, por ese motivo, escribió varios libros edificantes, entre los cuales “Preparación para la muerte” y “Reflexiones devotas”. Si se meditara más sobre la muerte, juicio, infierno y paraiso, las cosas del mundo andarían ciertamente mucho mejor. Lamentablemente se equivocan muchas almas que se ilusionan que después de la muerte van todos al Paraiso. Suor Lucia de Fatima dijo haber visto caer las almas al infierno como copos de nieve. El 13 de agosto de 1917 la Virgen de dijo que muchas almas van al infierno porque hay quien se sacrifique y rece por ellas. Aunque el que se condena es perdido para siempre, es necesario rezar por los vivos para que nadie más vaya al infierno, donde no se puede amar más a Dios y se vive para siempre separados de El entre tormentos inimaginables.

Por lo tanto haces bien en rezar y sacrificarte por la conversión de las almas. Lo haces por Jesús, para que sea amado por el mayor número de personas posibles. Cristo debe reinar en nuestros corazones.

Algunos piensan que las religiosas son personas inútiles. En realidad su existencia es importantísima para la vida de la Iglesia, porque sin su oración y penitencia habrían muchas menos conversiones. Ah, si los monasterios fueran numerosos como los bares, el mundo estaría ciertamente mejor y las almas no caerían más al infierno como copos de nieve.

Te animo a seguir con ardor tu apostolado de oración y penitencia por el bien de las almas y para la mayor gloria dde Dios.

In Corde Matris,

Cordialiter

lunes, 1 de diciembre de 2014

Demostrar el amor a Dios

Una joven está sufriendo mucho porque no logra comprender si debe entrar en el monasterio o si su vocación es otra.


Queridísimo hermano, 
                                        esperé, esperé, pero ahora no puedo esperar más para escribirte. Doy señales de vida después de varios meses, pero tienes que saber que cada día, la primera página que abro del computer es tu blog. Como si fuera un diario que me da seguridad [...] Por lo tanto he decidido finalmente hacerme presente. La última vez te dije que estaría en un monasterio de clarisas por dos semanas, para una experiencia de vida monástica. Dos semanas que no olvidaré jamás. Vivir las jornadas rondando siempre junto al Sagrario es un don grandioso que el buen Dios se complace conceder a sus esposas predilectas. Las hermanas eran maravillosas, de edad entre 19 y 80 años pasados... el tiempo determinado con el sonido de la campana, la voz misma de Jesús que llamaba al coro para las horas canónicas; los largos paseos por el huerto, los almuerzos en silencio o en alegría los días festivos, las recreaciones y los momentos de soledad en la celda o a la penumbra del coro... Todo es perfecto, edificante, sano. ¿Qué cosa, entonces no ha funcionado? No era mi lugar. No hubiera sido capaz de permanecer allí toda la vida. Cómo hago para comprender si el problema es solo la clausura o la vida religiosa? Habían momentos en los cuales me sentía afortunada allí dentro; continuamente unida a Jesús; la noche iba a dormir sabiendo que estaba a pocos pasos de mi celda;  por la mañana, una hora antes del alba, ya estaba en el coro para sonreírle a Él en el tabernáculo; pensaba en la vida externa y veía todo como una pérdida de tiempo, tiempo precioso para prepararme a la eternidad. Pero más pasaban los días, más me daba cuenta que aunque perfecto, aquel no era mi lugar. Era también el problema de diversas espiritualidades, diversas formaciones. No se si me explico. De todos modos terminada mi experiencia regresé a casa. Cuando crucé la puerta de la clausura y cerré el portón del monasterio a mis espaldas, sentí un temor frio y un poco perdida. El regreso fue traumático, porque la vida de ciudad es caótica, vivir en un condominio no es fácil, el caos del mundo bloquea el cerebro que desea un poco de silencio [...] Mientras tanto, el día 8 de diciembre, hice un gran paso, me consagré a Dios. Fue una ceremonia muy íntima y privada, el día más hermoso de mi vida. El sacerdote me puso el anillo en el dedo como signo de esta unión y me declaró esposa de Jesús, después de haber recitado la fórmula de consagración a Jesús por medio de María, la de S. Grignon de Montfort (yo ya estaba consagrada a María con esta fórmula y ha querido que usara la misma fórmula como renovación y consagración total de mi vida al Señor). 

El gran paso ya fue dado. Pero no basta. No quiero permanecer en el mundo, no me contento con dar un simple servicio en la parroquia. Siento que podría empeñarme mucho más en el crecimiento spiritual, si estuviera concentrada en una vida religiosa. Pero en estos meses, el Señor me ha desbaratado todos mis proyectos, todos mis sueños, todas mis expectativas. Le he pedido que ponga en mi corazón el deseo de Su Corazón, para llegar a cumplir justamente Su voluntad. Sé que me estoy alargando, pero ten un poco más de paciencia, esta es caridad bella y buena, el Señor sabrá recompensarte!! :)

Por lo tanto deseo una vida religiosa, pero ¿cómo se hace para comprender si tengo la vocación a la vida religiosa? Ya estoy consagrada, podría bastarme, esto es lo importante. Pero en cambio no es así. Me imagino cada día vestida de religiosa arrodillada delante del tabernáculo o trabajando en el huerto o en el refectorio. No estoy llamada a la vida activa, como te habrás dado cuenta. Pero temo de no estar preparada ni siquiera para la vida claustral. He leído escritos de algunas santas y diversos testimonios de monjas que tenían un miedo terrible por la clausura, pero que luego han tenido el coraje de dar el primer paso […] Querido hermano, son días difíciles, me siento aplastada contra la tierra. Una gripe mal curada que me llevado a la bronquitis y estoy obligada esta semana a quedarme en casa, por lo tanto desde el domingo no me nutro de mi Jesús Eucaristía. Hago la comunión espiritual, pero me siento distante de Él. Como si el buen Dios me hubiera dejado. No alcanzo ni siquiera a hablar con mi padre spiritual, que en este período está mal físicamente.

[…] Lamento haberte tomado tanto tiempo, pero es un desahogo para mí y eres el único con quien me atrevo a hablar. Una palabra, solo una palabra me ayudaría a encontrar un poco la esperanza. Me siento vacía y quizá la solución sea no pensar más a la vida religiosa, esperando que sea el Señor quien intervenga. ¿Me podrías dar un consejo? Te agradezco infinitamente por tu paciencia exquisita que me tienes. Eres tan bueno y lo que haces con el blog es digno de estima. Rezo por ti y por tus lectores. Permanecemos unidos en la oración pase lo que pase. Te confío particularmente el Corazón Inmaculado de María, Madre de la Iglesia y Madre nuestra dulcísima. Que Jesús beses vuestras almas y bendiga cada paso. 

(Lettera firmata)


Queridísima en Cristo,
                                    he leído con mucho interés tu carta. En privado te envié una larga respuesta. Aquí digo solo que no debes desanimarte y abandonar el pensamiento de abrazar la vida religiosa. Dios ha estado particularmente generoso contigo, de hecho, no todos han tenido la gracia de sentirse atraídos a la vida consagrada. Estos sufrimientos espirituales son una gran prueba de amor. Lamentablemente, muchas otras jóvenes que se encuentran en la misma situación no han sido capaces de superar la prueba, porque se han dejado engañar, han abandonado la vocación religiosa y han regresado a vivir en el mundo. Es en la hora de la prueba que un alma demuestra de amar verdaderamente a Dios, soportando pacientemente los padecimientos y permaneciendo fiel al Señor, sin volver atrás hacia los engaños del mundo traidor.

“Militia est vita hominis super terram”, decía el Santo Job. Es así, la vida sobre esta tierra es un continuo combate contra los enemigos del alma. Pero no debemos entristecernos. “Gaudere et exultare nos voluit in persecutione Dominus, quia tunc dantur coronae fidei, tunc probantur milites Dei”, decía el heroico obispo mártir Cipriano. Es así, el Señor quiere que en las persecuciones nos alegremos y gocemos, porque en ellas se ponen a prueba los soldados y se recibe la corona de la fe.
En resumen, es en los momentos de dificultad que se ve si una persona ama verdaderamente a Jesús. Aquellos que lo aman poco, se rinden, mientras que los que lo aman mucho continúan con ardor la batalla. Los mártires combatieron tenazmente  y prefirieron la muerte antes que traicionar al Divino Redentor. Perder la vida terrena para salvar la vida eterna del alma. “Un alma, una eternidad!”, decía Santa Teresa de Ávila a sus hijas. Coraje, no te rindas! 

Te saludo en Cristo Redentor y en María Corredentora del género humano,

Cordialiter

sábado, 1 de noviembre de 2014

Vocación a los 14 años?

Publico una carta que me escribió una chica.

Hola, [...]

Estaba buscando que me explicaran algunos pasos antes del noviciado, y me apareció su blog, sinceramente me ha llenado de gozo y alegría, al ver su nota, y más leyendo los comentarios de más chicas como yo. Gracias por compartir tanto, tengo 14 añitos, a mi corta edad siento que Dios me llama para no solo servirle como me pide en la iglesia (de catequista, o jóvenes) sino que el me pide para amarlo eternamente siendo su esposa, esperare a comenzar y terminar la prepa (para alcanzar una madurez mayor) y después me quiero ir al convento, ¿cree que sea una buena idea esperar?
De antemano oro por todas ustedes, religiosas! que nuestro padre bueno las colme de bendiciones :) 

Gracias.



Querida hermana en Cristo,
                                              me alegro que te gusta mi blog sobre la vocación religiosa. Yo soy italiano, no hablo bien español, espero que me entiendas.

Si tus padres están de acuerdo, ahora tu puede entrar en un convento. Incluso en el convento se puede seguir estudiando. Va a ser una aspirante. Luego, a los 17 años, tu puede comenzar el noviciado. Sin embargo, sólo algunos institutos religiosos aceptan aspirantes menores de edad (per ejemplo las "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará").

Espero que tu pueda abrazar la vida religiosa!

En la Virgen de Luján,

Cordialiter

miércoles, 1 de octubre de 2014

Publico una carta que me escribió una joven.


Estimado Cordialiter:

No sé muy bien como empezar, ni tampoco sé si hago bien enviado esto. Lo que pasa es que nunca suelo meterme e interesarme por publicaciones de blogs, mucho menos religiosos. No sabía ni que existiesen, y realmente no tengo la certeza de que sean verdad sus contenidos.

El caso es que su blog fue a parar a mis manos y provocó que la inquietud que ya traía cultivando se profundizase más. Perdón no me he presentado, soy una chica española de 20 años vivo en [...], y me formo con el Opus Dei, no sé si sabe qué es. Hace un par de semanas mi vida perfectamente pensada dio un pequeño giro. De repente la idea de haberme equivocado de vocación y de que tal vez Dios me estuviera pidiendo algo más empezó a ganar peso en mí. Yo siempre había soñado con casarme y tener una familia numerosa, para servir a Dios con ella, santificando mi matrimonio, mi vida en familia y mi trabajo. Pero de la nada me empecé a inquietar y sentía que Dios podía estar pidiéndome el corazón entero, solo para Él.

Hablé con una amiga mía numeraria, vive el celibato apostólico en medio de su vida normal siendo laica, y me dijo que rezase qué me quería decir Dios con esta nueva llamada. Por lo que decidí hablar con mi novio, a él le conté la verdad, le expliqué mis inquietudes y preocupaciones y que necesitaba rezar en disposición real de poder darle a Dios todo lo que me pidiese. Lo va entendiendo poco a poco, ya que dice que lo mismo que Dios me pide a mí, se lo pide a él.

He empezado a rezar mucho y a intensificar las mortificaciones, más ahora que es cuaresma. Realmente me abandono en las manos del de arriba para que me ponga en el lugar que Él quiera. Pero no sé muy bien por donde empezar a buscar. Primero he de decir que creo que realmente mi corazón solo es de Dios y para Dios. Cuando descubrí que esta idea, que me había parecido ilógica desde siempre, ahora me llenaba completamente el corazón. Empecé a preguntarme dónde querría Dios que me entregase.
He empezado rezando si no es en el Opus Dei, donde quiere Dios que me entregue a Él, pero cuanto más pienso que es ahí, ya que no conozco otra cosa y nunca he tenido relación con ninguna orden religiosa, más me inquieta la idea de que puede ser que Dios me pida que le entregue el mundo, que me desprenda de las personas y me entregue a su servicio de forma total, entregando mis planes profesionales y sociales.

Rezo y veo que Dios me pide que me entregue a los necesitados, a la gente más pobre, material pero también espiritualmente, a la gente sin hogar o que han sido rechazados por la sociedad. Ahora las elecciones que he ido tomando durante mi juventud van teniendo un sentido, estudio Educación infantil y pedagogía, y siempre he querido dedicarme a la educación especial, siempre me han conmovido mucho las personas discapacitadas, con trastornos psiquiátricos o enfermedades (aquí y también incluyo la vida en el pecado ya que me parece la peor enfermedad, la del alma), esas personas me hacen ver a Dios en ellas, el servirles y darles el cariño que Dios les tiene, con especial predilección, es la inocencia que refleja la grandiosidad de nuestro padre Dios. Por lo que no sé si Dios quiere que me entregue a alguna orden que se dedique al servicio de este tipo de personas. Pero solo conocía una: las hermanas de la caridad. A raíz de leer una entrada de su blog, en concreto la de la madre que habla de la vocación de su hija, esta inquietud cada vez es mayor porque cuando lo leí encajó a la perfección con mi pensamiento.

Después de todo este rollo se preguntará qué necesito de usted. Pues a ver no sé muy bien como pedirlo, pero podría guiarme un poco en este discernimiento, igual indicarme si puedo leer algo del fundador, del carisma, de las obras apostólicas, de los lugares en donde estáis....

Muchísimas gracias

Pd: le pido que rece por mi familia, tienen muy poca fe, y no entienden que Dios pueda darle la gracia a alguien de mandarle a sus filas y pedirle la vida entera,

viernes, 1 de agosto de 2014

Carta de una lectora muy fiel


Una mujer me ha escrito una atenta carta.


Querido Cordialiter, 
                              desde hace unos meses soy una de tus fieles lectoras. Desde que descubrí tu blog, cada vez que entro en internet, la primera cosa que hago es leer los mensajes, las cartas y tus respuestas. Y esto sucede ya todos los días.  :-) 

No sabes cuánto me ayudan, por lo tanto no debes desanimarte ni menos aun, pensar en rendirte y cerrar el blog! Si yo no tuviera el coraje de escribirte sería una de las tantísimas lectoras de las cuales no sabrías la existencia, y por lo tanto no sabrías hasta donde puede llegar el bien que haces! 

Me llamo [...] tengo 39 años y vivo en [...]. No tengo hijos y no estoy casada. Mi verdadera conversión la viví a los 32 años [..] se me cayó literalmente el velo que tenía delante de los ojos! Es inexpresable el amor y la Misericordia de Dios que percibí en ese momento! [...] comencé a llorar sin ningún motivo! Me descubrí una gran pecadora y continué llorando por un buen rato... pero un llanto liberador porque tenía la certeza de haber dejado todos los pecados! Y renací. [..] Siguiendo aquel estado de ánimo, hoy por hoy, pienso que si tubiera tenido una guía spiritual quiza hubiera seguido otro camino [...] Antes de la conversión llevaba una vida llena de pecados (discoteca, cine, etc.) pero ahora no me siento más atraída a estas cosas. 

[…] Comencé a leer “Historia de un alma”, de S. Teresita y el diario de S. Faustina y ¡ha sido muy edificante para mi alma! Lo más pronto posible leeré también “Las glorias de María” y “Práctica de amor a Jesucristo” de S. Alfonso María de Ligorioa, como aconsejas a tantas almas que te escriben. 
[...] Me confieso regularmente y debo decirte la verdad, también yo tengo dificultad de encontrar un buen confesor … jamás hice un retiro/ejercicio spiritual, y jamás ningún sacerdote me lo aconsejó. Solo leyendo tu blog descubrí la importancia de esta experiencia. Quisiera tanto poder hacerlo, pero ¿dónde? ¿me podrías aconsejar un lugar cerca de donde vivo? 

[...] Desde joven y hasta el día de hoy, no me veo casada con ningún hombre de esta tierra. Solo cuando voy la iglesia estoy verdaderamente en paz conmigo misma, con Dios y con el mundo. ¡Allí si, que me siento protegida y serena! Espero que tendrás algún buen consejo también para mi.
Gracias de corazón! 

Muchos saludos en Jesús y Maria, 

(Carta firmada)


Querida hermana en Cristo,
                                               te agradezco por las hermosas palabras de ánimo que me has escrito. Privadamente te envié una larga carta que espero que te sea de utilidad. Aquí, públicamente, quiero decirte que me ha gustado la historia de tu conversión. ¡Cuántas lágrimas de compunción has derramado! Estoy contento que no frecuentes más las discotecas y otros lugares peligrosos para el alma.
Quizá el mundo te juzga una “frustrada” porque no te has casado y no has formado una familia. Pero los verdaderos frustrados son los que viven permanentemente en pecado mortal y mueren sin sincero arrepentimiento.

Yo veo, en cambio, que tienes sentimientos de verdadera cristiana, por lo tanto no te considero de ningún modo una frustrada. ¡Quien sabe, si hubieras sido una mujer estimada por el mundo, quizá ahora vivirías como una pagana, lejos de Jesucristo! El sufrimiento es un don de Dios, de hecho, veo que te ha hecho madurar buenos propósitos. Los que quieren casarse, tienen que tener cuidado de elegir un cónyuge temeroso de Dios, porque si desventuradamente eligieran una persona que vive el cristianismo de manera inadecuada, el matrimonio esta destinado con mucha probabilidad a naufragar, como demuestra la experiencia. Aprecio tu decisión de permanecer célibe, de hecho, las mujeres casadas en general piensan a complacer a los propios maridos mientras que aquellas que voluntariamemente deciden no casarse pueden dedicarse más fácilmente a las cosas espirituales, o sea a complacer a Dios.

Te animo a vivir el cristianismo en manera fervorosa y profunda. ¡Dios se lo merece! 

Aprovecho la ocasión para enviarte mis más cordiales saludos en Cristo Redentor y María Corredentora,

Cordialiter

martes, 1 de julio de 2014

Dejar el novio

Tiempo atrás, una joven me dijo que debía dejar el novio y abrazar la vida religiosa...


Hola, me llamo [...], cumplí hace poco 34 años y te escribo desde la provincia de […]. Quisiera, antes que nada, felicitarte por tu blog que me parece maravilloso y muy útil! Además, teniendo en este momento poco tiempo para escribirte, y necesidad ugente de tener información importante, me limitaré a hacerte mi pregunta, pero con la promesa de que apenas tenga un poco de tiempo te hablaré de mi experiencia. Estoy atraversando un período terrible por la elección del estado de vida, terrible porque estoy de novia hace 6 años con un joven maravilloso que amo mucho, pero interiormente herida por la eventualidad de tener que dejarlo a causa de una posible vocación a la vida religiosa! Dicho de este modo parece una cosa sin sentido ni fundamento, pero cuando te explique cómo están las cosas, comprenderás! Perdóname por haberte dado del “tu” y por permitirme de escribirte rápidamente sin contarte mi historia, pero en verdad tengo poco tiempo libre, aunque no sará así por mucho tiempo. Mi pregunta se refiere a los conventos o monasterios presentes en […] para poder hacer una experiencia vocacional!

Con afecto sincero te agradezco desde lo profundo del corazón y te abrazo en los Sagrados Corazones de Jesús y María

(carta firmada)


Queridísima hermana en Cristo Redentor,
                                                                      acepto con agrado el “tu”, es más, lo prefiero. Me ha dado mucho gusto recibir tu carta. Soy contento que te sientas atraída a la vida religiosa, y a los 34 años, aun estás a tiempo de poder abrazarla, pero es necesario obrar sin dilaciones. Aprecio muchísimo tu sabia decisión de querer hacer una experiencia vocacional para elegir el estado de vida que el Señor ha designado para tí. Cada persona debe reflexionar attentamente sobre cuál es la propia vocación designada por Dios. Casarse contra la voluntad del Señor es una elección absurda porque se vivirá mal en aquel estado y en consecuencia se hará sufrir también al proprio cónyuge. En la carta que te envié en privado te señalo un óptimo convento de estricta observancia presente en una provincia limítrofe a la tuya. Queridísima, te animo a cumplir con ardor la vocación a la cual te sientes atraída por el Señor. Es muy importante vencer esta batalla espiritual, porque de ella dependerá tu futuro sobre esta tierra y sobre todo en el más allá. El demonio, el mundo y la carne, harán de todo para hacerte renunciar a la vida religiosa, pero debes sentirte fuerte como un valiente soldado en batalla y combatir con coraje. El verdadero amor se demuestra en el saber sufrir por la persona amada. Tu futuro Esposo te ha demostrado su amor clavado en la cruz por ti, ahora tú debes demostarle tu amor soportando con resignación el dolor de la separación del mundo y de tus seres queridos. Me imagino que no será fácil dejar tu novio, pero deberás hacerlo por amor al Buen Jesús. 
Con la ayuda del Divino Redentor y de la Corredentora superarás este momento de dificultad. Un día, cuando finalmente llegues a ser religiosa, recordarás con una sonrisa estos momentos de dolor.
Te saludo cordialmente en Jesús y María y permanezco a tu disposición por cualquier cosa.

Cordialiter

domingo, 1 de junio de 2014

El Amor de su vida

Una studiante me escribió una carta muy edificante. Finalmente ha encontrado el Amor de su vida...



Querido D.,
               Aquí estoy de nuevo para escribirte. […] Sigo todos los días tus blog (no solo el vocacional, sino también el dedicado a la Virgen y el de la Beata Maria Deluil-Martiny, Fundadora de las Hijas del Corazón de Jesús) y te confieso que son de gran ayuda para mí. 

Si recuerdas, en las primeras cartas que te escribí en setiembre te decía que estaba confundida porque no sabía si Jesús me quería como su esposa o si debía casarme con un hombre de la tierra. Pues bien, ya me considero entre las novias de Jesús. Todavía no soy su esposa porque debo permanecer en el mundo, por lo tanto por ahora soy su novia.

Deseo serle fiel hasta la muerte, deseo que sea el único amor de mi corazón, que ha sido creado para amarlo a Él. Los jóvenes no me interesan más, todos los que conocí les faltaba dulzura y pureza, que en cambio Jesús tiene abundantemente y ahora me interesan menos que antes porque comprendí que ninguno puede hacerme feliz como me hace feliz Jesús! Solo deseo darle mi corazón y todo mi ser a Él, solo Él es digno de poseer todo mi amor, aunque miserable respecto al que Él tiene por mi! Cuando pienso que para salvar mi alma se ha dejado golpear, flagelar, coronar de espinas y aun crucificar, siento mi corazón encenderse en amor a Él, que ha derramado su preciosísima Sangre por mí, sin méritos de mi parte e indigna de tanta gracia.

¡Oh, si todas las jóvenes de mi edad comprendieran cuán bello es tener a Jesús como novio, cuán bello es amar Jesús y abandonarse a Él! En cambio buscan el amor de los muchachos que las hacen sufrir, que las usan y compadecen a aquellas que ya se han donado al Buen Jesús. Más que nada soy yo que me compadezco de ellos porque no comprenden que Jesús es el verdadero amor de la vida. Al mismo tiempo no puedo hacer menos que alegrarme cuando pienso que finalmente he comprendido, después de años en los cuales deseaba encontrar el Verdadero Amor, sin darme cuenta que El estaba continuamente golpeando a la puerta de mi corazón esperando que respondiera. Y ha llegado justo cuando me estaba resignando a la idea que no habría de encontrar jamás un amor así. En cambio existe y ahora que lo encontré no lo traicionaré jamás, ¡por nada del mundo!

Como podrás comprender, hoy mi alegría es grande. No porque sea que hoy he comprendido de amar a Jesús sobre todas las cosas, porque ya lo amaba de antes, pero el amor que siento hacia Jesús va creciendo continuamente y con Él, el deseo de ser siempre suya. Por esto, no veo la hora de poder ir a las “Servidoras”. Allí podré hacer mi primera experiencia vocacional y podré hablar con las hermanas del convento y tener un director espiritual a quien confiarme y que me podrá ayudar a comprender aún la certeza que Jesús me está llamando. En mi corazón estoy segura, pero obviamente quisiera tener el parecer de un director espiritual que comprenda sobre la vocación.

 […] Siento verdaderamente que en mi corazón se hace cada vez más grande el amor por Jesús y con él, Su paz, paz que cuando estaré en el convento seguramente será más intensa. Siento también que mi espíritu se hace fuerte cada día más, porque no saco la fuerza de mí misma, sino de Dios. Solo Dios es mi fuerza.

Además, meditando, he comenzado a pensar aun más seriamente la idea de ser religiosa de clausura. Como te dije, inicialmente pensaba en la vida activa pero tomaba en consideración esta idea porque me atemorizaba la idea de la clausura, la veía un poco como una prisión. Ahora en cambio, me da un hermoso sentido de libertad imaginarme en un convento de clausura fervoroso y me da alegría pensar en inmolarme por Jesús, por la salvación de las almas. Cada día rezo por las almas alejadas de Jesús que vagan en las tinieblas del pecado, me importa mucho su salvación [...]. Rezo tanto por ellos, sobre todo para que ciertos compañeros dejen de blasfemar en clase (¡cuánto he llorado por las blasfemias que he sentido! Cada vez que siento una me parece una espina que me atraviesa el corazón!). De hecho, apenas siento una, en mi corazón hago la reparación debida. Cuando comencé a hacerlo, pensaba que fueran inútiles, pero poco a poco han comenzado a disminuir y cuando inicié esta "batalla contra las imprecaciones" también los profesores de mi clase han empezado llamar la atención cada vez más a mis compañeros hasta casi desaparecer totalmente. Estoy segura que el Señor ha intervenido usando mis oraciones. Por lo tanto, la idea de inmolarme por su bien me llena de alegría, dedicar la vida a una incesante oración por la salvación de tantas almas y no solo de la mía, ¡me parece una cosa estupenda! Por esto me parece estar inclinada a una vida de clausura, me parece que podría ser más útil a Jesús allí que no en un convento de vida activa. No lo hago para escapar de la vida misionera pero me siento verdaderamente atraída por la clausura. También por mi temperamento me parece lo mismo y creo que no me sería pesado porque amo estar en silencio, en la meditación, en la oración. Pero obviamente, me gusta hablar con las almas devotas. Bueno, me he alargado mucho esta vez. Perdóname, pero tenía la necesidad de compartir con alguno mi alegría. Con mi familia no puedo porque no lo comprenderían profundamente.

Te agradezco por la atención que cada vez me dedicas y te agradezco también por los bellísimos artículos que cada día pones en el blog.

Te saludo en Jesús y María

(carta firmada)

jueves, 1 de mayo de 2014

Consagración a María Santísima

Publico la carta que me envió una joven mujer.

¡Ave María Purisíma!

Muy estimado en Xto y Maria SS Cordialiter, hoy te escribo para compartir con vos y todos los que leen tu blogs mi consagración a Nuestra Madre Celestial el pasado 21 de noviembre, realmente yo no había pensado en la posibilidad de consagrarme (al menos por este año), pero por mi director espiritual que me hablo del tema, tomé la decisión de hacerlo y la verdad que no me arrepiento de haberlo hecho. Mi consagración fue en un convento, donde también tiene aparte de los votos tradicionales, el voto de la esclavitud Mariana según la espiritualidad de San Luis María Grignon de Monfort....Fue algo realmente hermoso y estoy totalmente agradecida de una de las hermanas de este convento que me planteo la posibilidad de consagrarme allí, que sin duda  fue la Divina Providencia. Y alentarte a que sigas alentando a tantas jóvenes que leen esté espacio que dedicas para las personas que siente el llamado de Dios a la vida religiosa y también a que se animen a realizar este acto de amor a nuestra Madre que es el de la esclavitud Mariana, que si se consagran a María antes de su ingreso alguna congregación, durante su decernimiento vocacional les va hacer de una ayuda muy importante, porque durante la preparación que como sabemos es de 33 días experimente y creció en mi un amor muy grande hacia vuestra Madre y aún mayor a vuestro bienamado, y creo que a ustedes también les va a ser de gran ayuda en esté momento de preparación.

Aprovecho para saludarte y desearte un Muy felíz Navidad y que el divino Niño os colmen de bendiciones, y un muy buen comienzo de año!!!

Me encomiendo en tus oraciones.... Unidos en oración
                          
                               ........Un gran abraso en Xto y María Santísima.......

martes, 1 de abril de 2014

Convertirse en monja

Tiempo atrás tuve un largo coloquio telefónico con una queridísima lectora del blog que espera convertirse en monja. Por motivos de confidencialidad no puedo decir a ninguno lo que me ha contado, pero les pido de rezar por ella, porque tiene tanta necesidad de la ayuda del Cielo. Esta hermana en la fe está sufriendo tanto en su corazón, por lo tanto quiero hacerle llegar una carta abierta para animarla.

Queridísima hermana en Cristo,
                                                     estoy contento de averte escuchado por telefono, pero he sentido también compasión al sentir tu corazón afligido a causa de las diversas dificultades que te afligen. Me ha impresionado mucho cuando en cierto momento del coloquio has manifestado tu deseo de entrar pronto en el monasterio y de abandonar definitivamente el mundo. He percibido claramente que tienes el corazón dolorido. Siempre da pena una persona que sufre, pero cuando quien sufre es una persona como tú, que desea solamente amar a Jesús por el resto de su vida, la compasión es mayor. No te desanimes, confíate en las manos de la Mediadora de todas las gracias y verás que todo será para bien. Me ha gustado mucho la historia de tu vocación y aprecio la fuerza de ánimo que has tenido en abandonar todo para donarte a Dios. Muy pocos habrían tenido el coraje de renunciar a lo que has renunciado para abrazar la vida religiosa. Jesús ha elegido una esposa generosa y de gran coraje, estoy contento que solo El podrá poseer tu corazón. ¡Quien sabe cuántas lágrimas has derramado a causa de tu amor por el Divino Redentor!, pero quien siembra llorando recogerá con alegría los frutos en la Patria Celeste. Sobre esta tierra estamos solo de paso, debemos ganarnos el Paraíso llevando la cruz por amor de Dios, demostrando así nuestro amor por El. Con estos sufrimientos te estas purificando en espera de las bodas con tu amado Esposo. En tus oraciones invoca también la ayuda de la heroica fundadora de la Orden a la cual aspiras a entrar, verás que será muy felíz de acogerte entre sus seguidoras. El diablo esta buscando sembrar confusión para hacerte caer en el desánimo y hacerte cometer algún error; de hecho, decía San Luis Gonzaga que el demonio llega siempre a pescar alguna cosa cuando las cosas son turbias. Quédate alegre y serena, confía en la Virgen y permanece con el ánimo pronto para aceptar lo que disponga. No temas, en toda la historia de la Iglesia jamás ha sucedido que alguno se haya confiado a la Virgen y haya sido abandonado. Jamás! Recuerda pedir la ayuda también de San José, castísimo esposo de la Beata Virgen y custodio providente de la Sagrada Familia. ¡Cuántos beneficios se obtienen gracias a su intercesión!

Te repito, no temas, Jesús está muy cerca tuyo en estos momentos en el cual sientes el peso de la cruz, qué más quieres? El te ama y te quiere en verdad feliz. Si permite que ahora tu estes en el dolor, lo hace solo para sacar un bien mayor. En la Patria Celeste comprenderás todo en manera clara y alabarás la Divina Providencia que te había enviado esta cruz para hacerte merecer los bienes más grandes. Si permaneces fiel a Su voluntad, recibirás la recompensa de su Corazón per omnia sæcula sæculorum. Asi sea.

Tu hermano en Cristo,

Cordialiter