Buenos días,
mi nombre es [...] y os escribo desde [...].
Le contaré un poco pero tampoco me quiero alargar mucho para no ser muy pesada.
Sentí la llamada a la vocación religiosa hace aproximadamente 10 años, en 2007, entonces tenía novio, con el que llevaba 6 años y con el que estuve cuatro años más. En ese momento me enfadé muchísimo con Dios, ni de broma me planteaba una vida religiosa, al contrario, mis planes eran casarme y tener mi propia familia.
Pero la semilla ya estaba plantada en mi corazón y poco a poco fue creciendo, pero aunque empezaba a frecuentar algo la Iglesia le seguía diciendo que no y en muchas ocasiones le di la espalda a Dios, finalmente terminé la relación con este chico.
En 2010 terminé la relación y desde entonces he tenido varios intentos con otros chicos pero que nunca han funcionado. En 2012 conocí a un grupo de oración con los que fui creciendo en la fe, empecé a ir más a menudo a misa, hacía retiros espirituales, peregrinaciones...
Hace dos años más o menos empecé a mirar por youtube testimonios de chicas que habían dado el paso y habían ingresado en un convento, aunque yo seguía diciendo que no, vi muchos y sin darme cuenta empecé a ver a una congregación en concreto, se llaman [...], como le digo, yo las veía sin saber que siempre eran ellas.
Una noche mirando vídeos vi uno que me llamó la atención, resultó ser la Madre Superiora de este convento, la entrevista que le hicieron me fascinó, es una mujer tan llena de Dios que a medida que la escucha sentía como si corazón fuera a estallar de amor por Dios, sentía como si sus palabras me elevaran a Dios, esta sensación me dio miedo y pasé mucho tiempo sin mirar nada por internet, otra vez me olvidé del tema y seguí con mi vida.
En enero de este año, mirando un periódico católico digital [...], en el que hay muchos bloggeros, de repente vi la foto de una monja que me sonaba mucho, pinché el enlace y era ella y me dio miedo, pensé en no leerla porque recordé lo que sentí al ver su vídeo, pero esto me duró un día, al final leí su blog y me volvió a pasar lo mismo, me encantó! Pasados dos días decidí escribirle para preguntarle si podía hacer un retiro con ellas, son de clausura pero admiten chicas para retiros y experiencias.
La Madre me contestó rápido, me pidió mi teléfono y desde enero estamos en contacto, a final de enero le dije que si al Señor, a lo que Él quisiera, desde entonces sentí como si me quitara un peso de encima y mucha paz. Hablé con la Madre para ir en Semana Santa con ellas y hacer la experiencia pero mi padre se puso malito, cada vez peor, justo en Semana Santa empeoró mucho su estado de salud, así que finalmente no pude ir, mi padre falleció el día 2 de abril.
Hablamos de fijar la fecha de la experiencia en verano, pero ellas no pueden recibirme porque en ese tiempo estarán de mudanza porque se cambian de convento, la siguiente fecha probable ya sería en navidad, que son mis siguientes vacaciones.
Mi duda es que justo cuando le digo que si al Señor todo se complica y se me alarga en el tiempo, ahora que tengo muchísimas ganas de hacer la experiencia y ver por mi mísma si Dios me llama a la vida religiosa no puedo hacerla, entonces me he llegado a plantear que quizá Dios no quiera que la haga, o quizá no quiera que sea religiosa.
Al hablarlo con amigos de confianza me han dicho de todo, unos que lo abandone todo y me vaya, otros que sea prudente y paciente porque seguramente el Señor me está probando, que quizá quiera que esté con mi madre un tiempo más ya que se acaba de quedar viuda. Dejar mi trabajo sería muy arriesgado, es un buen trabajo y si lo dejara todo y finalmente resultara que la vida religiosa no es mi camino ya no lo podría recuperar, entonces, estoy en una tesitura complicada, o quizá me complico yo sola, no lo sé.
Necesito consejo, de cómo actuar, de si debo esperar o lanzarme al vacío y confiar, me siento algo perdida y confusa, tampoco quiero dejarlo mucho más porque este año cumplo 40, no tengo director espiritual. Desde hace dos semanas voy a misa todos los días, y voy una hora antes para estar con Él ante el Sagrario y que me ayude y me ilumine.
En resúmen esa es mi historia, le doy las gracias por leerme y que Dios le bendiga,
Un abrazo,
(carta firmada)